viernes, 17 de octubre de 2014


Zacatecos
(Coahuila, Aguascalientes y  Durango)



Los zacatecos eran una de las seis tribus chichimecas que habitaban en el norte de México, en la zona que los conquistadores españoles llamaron Aridoamérica, y que con el tiempo vino a darle nombre al estado que actualmente conocemos por Zacatecas. Del grupo chichimeca era una de las llamadas cuatro naciones principales, sin embargo, junto a la de los guachichiles, su cultura era de un grado inferior a la de los otro cuatro grupos: pames, guamares, tecuexes y caxcanes. Esa diferencia radicaba en que los cuatro últimos tenían adoratorios y conocían la agricultura.

Los zacatecos tenían al noreste a los guachichiles como vecinos; en el oeste su territorio limitaba, cerca de Durango, con la nación tepehuana, y al norte con los irritilas o tribus laguneras, hasta donde hoy se encuentran Cuencamé y Parras. En Malpaís se localizaban sus centros poblacionales más importantes, alrededor del Peñón Blanco y del Cerro de la Bufa; y en parte del estado de Jalisco, en Mezquitic.
 El zacateco era un pueblo guerrero, valientes y denodados, y célebres flecheros. Las primeras referencias que se encuentran en las crónicas de la época de la conquista hablan de que andaban desnudos, que solamente llevaban “medias calzas de perro”, de la rodilla al tobillo, para protegerse de la vegetación. Esta característica de desnudez estaba generalizada entre todas las tribus chichimecas, aunque algunos de los grupos se cubrían con pieles.

La cultura zacateca se considera extinta, aunque tienen muchos descendientes directos, que viven en grandes concentraciones en los estados de Zacatecas y Durango, y debido a la emigración en grandes ciudades norteamericanas como Los Ángeles, Dallas y Chicago. Sus tradiciones se han ido perdiendo por distintas razones, por el mestizaje y la asimilación de otras costumbres mexicanas principalmente.

La palabra Zacatecas es un vocablo náhuatl, que significa “habitante de la tierra donde abunda el zacate”. Deriva del vocablo zacatl, que quiere decir “hierba, junco, grama” y del locativo co. El resultado da origen al término Zacatécatl que traducido quiere decir “habitante de zacatlan”. La desaparición de su lenguaje tampoco favorece una identificación exhaustiva, aunque se cree que su idioma perteneció a la familia lingüística uto-azteca.
 Los zacatecos eran principalmente nómadas y carecían de modo de vida agrícola, al contrario que otros grupos como los tecuexes, pames, guamares y caxcanes, de lo que no se tiene conocimiento es de cómo llegó hasta ellos, aunque bien pudiera deberse a la influencia de sus vecinos los otomíes y los tarascos. Eran cazadores y recolectores de frutos silvestres, se alimentaban de tunas, semillas, raíces, dátiles y mezquite, con el que elaboraban una especie de pan que conservaban para épocas de escasez; también de la caza de conejos y de ranas y peces. El trueque con otros grupos, especialmente con los que practicaban la agricultura, les permitía otro tipos de alimentos, y el intercambio de utensilios domésticos, artesanías, alfarerías y otros productos.

Respecto a sus costumbres religiosas, según Powell, rendían culto a cuerpos celestiales como el sol y la luna, y cierta adoración por algunos animales. También, referente a sus dioses, los cronistas de la época opinaban de esta manera: “creen como descreen y no adoran ni aún han adorado a Dios conocido, sino hoy una piedra que hayan o hacen, y mañana otra diferente figura y ordinariamente de animales, sin permanecer en ninguna”.


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