Guaycunes
(Baja California sur)
También conocidos como guaycura o waicura—fueron un pueblo
nativo de Baja California Sur (México), que ocupó un área que se extendía desde
el sur de la actual ciudad de Loreto hasta Todos Santos. Disputaban el área de
La Paz a los pericúes.
Historia
Los guaicura entraron en contacto con los españoles en
Airapí (nombre indígena con el que se denominaba el actual emplazamiento de la
capital sudcaliforniana) alrededor del año 1530. Por un siglo y medio, los
encuentros con las expediciones marítimas a la Península de California fueron
esporádicos. Las misiones jesuitas destinadas a la evangelización de los
guaicuras fueron construidas en Airapí (1720), Chillá (1721), Todos Santos
(1733) y Chiriyaquí (1737). Los guaicuras estuvieron implicados en la Revuelta
de los Pericúes en contra de los jesuitas en 1734, y comenzaron a declinar
demográficamente en la segunda mitad del siglo XVIII. Probablemente se
extinguieron culturalmente alrededor del año 1800.
Algunos exploradores y misioneros dejaron ciertos informes
etnográficos relacionados con el pueblo guaicura. Los más detallados de ellos
corresponden al sacerdote jesuita alsaciano Johann Jakob Baegert, que se
estableció en San Luis Gonzaga de Chiriyaquí entre 1751 y 1768 (Baegert 1772,
1952, 1982). Baegert tomó demasiado a pecho su cargo en Chiriyaquí, al grado
que calificó a los guaicuras de “estúpidos, brutos, sucios, insolentes,
ingratos, mendaces, grandes habladores hasta el final e infantiles.” (Baegert
1952:80). Pensaba que la organización social de este pueblo era el extremo de
la simplicidad, y creía que ese sistema había permanecido siempre así (cf.
Laylander 2000).
Lengua
El testimonio de Baegert incluye un vocabulario y textos en
la lengua guaicura. William C. Massey (1949) sugirió una relación lingüística
entre el guaicura y el pericú, pero esta propuesta carece de evidencia
suficiente y comparaciones significativas. Algunos lingüistas han sugerido que
el guaicura puede pertenecer a la controvertida familia hokana de California y
México (Gursky 1966; Swadesh 1967); sin embargo, la evidencia disponible no
parece concluyente (Laylander 1997; Mixco 2006).
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