Otomíes
(Hidalgo)
Usos y Costumbres
Si bien la religión está influenciada por el catolicismo,
subsiste en algunas localidades, sobre todo en las más aisladas, un sustrato
más tradicional, particularmente en lo que se refiere al culto a los muertos, la
creencia en el nagualismo y la causalidad de las enfermedades y su curación.
Entre los otomíes, el matrimonio era de carácter endogámico,
concertado entre los padres de los contrayentes, a través del patrón de
petición de la novia y entrega de regalos a su familia hasta lograr su
consentimiento. En la actualidad, las más de las veces, el matrimonio se da por
elección propia y cuando ocurre dentro de la localidad, el novio suele prestar
su servicio prematrimonial en la casa de los padres de su futura esposa.
En el ámbito cultural, la familia, la música, la danza, la
tradición oral, el sistema de cargos para la organización de las principales
festividades religiosas de la comunidad, el rito, el culto religioso, y más
recientemente, a través de su Centro Ceremonial Otomí, han sido elementos
fundamentales para la expresión, conservación y preservación de la identidad y
personalidad de este pueblo indígena del Estado, poseedor de un amplio
patrimonio cultural e histórico.
En la organización social del pueblo otomí se han conservado
formas y autoridades tradicionales, que le han permitido conservar la unidad
social de sus comunidades y también preservar su identidad cultural. En los
aspectos religiosos destacan los cargos de mayordomos, fiscales, cargueros, topiles,
rezanderos y cantores, entre otros, que tienen una gran importancia en la vida
cotidiana de cada comunidad.
Vestimenta
El vestido de la mujer otomí, consiste en un chincuete o
“enredo” de lana muy amplio y largo de color azul marino o negro, con líneas
verdes, anaranjadas y amarillas; y una blusa de popelina de color blanco, manga
corta con bordados en motivos florales, faunísticos o geométricos, o bien una
combinación de ellos. Es característico de la indumentaria otomí el uso del
quesquémil, que puede ser de algodón, lana o artisela en varios colores.
Actividad Económica
En las temporadas “libres” del ciclo agrícola, los hombres y
mujeres otomíes emigran hacia las zonas metropolitanas de las ciudades de
Toluca y México, con objeto de emplearse en el sector secundario o terciario de
la economía, a fin de complementar sus ingresos. Las mujeres generalmente se
emplean como trabajadoras domésticas.
La actividad agrícola, particularmente el cultivo de maíz,
constituye la principal actividad económica de los otomíes;
quienes, además, crían ovejas, cerdos, vacas, caballos y especies menores como
pollos y conejos, entre otros, ya sea para autoconsumo o para la venta, sin que
ello les genere ingresos económicos suficientes. En diversos municipios, los otomíes
se dedican también a la producción y comercialización de artesanías y otros
productos útiles para el trabajo doméstico.
Historia
Los otomíes o hñähñu aparecen como un pueblo ligado a los
Olmecas de Nonoualco y a los estratos más antiguos del Alto Altiplano. Fueron
los primeros pobladores del Valle de Tula, incluso antes de la llegada de los
Toltecas.
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