Zacatecos
(Coahuila, Aguascalientes y Durango)
Los zacatecos eran una de las seis tribus chichimecas que
habitaban en el norte de México, en la zona que los conquistadores españoles
llamaron Aridoamérica, y que con el tiempo vino a darle nombre al estado que
actualmente conocemos por Zacatecas. Del grupo chichimeca era una de las
llamadas cuatro naciones principales, sin embargo, junto a la de los
guachichiles, su cultura era de un grado inferior a la de los otro cuatro
grupos: pames, guamares, tecuexes y caxcanes. Esa diferencia radicaba en que
los cuatro últimos tenían adoratorios y conocían la agricultura.
Los zacatecos tenían al noreste a los guachichiles como
vecinos; en el oeste su territorio limitaba, cerca de Durango, con la nación
tepehuana, y al norte con los irritilas o tribus laguneras, hasta donde hoy se
encuentran Cuencamé y Parras. En Malpaís se localizaban sus centros
poblacionales más importantes, alrededor del Peñón Blanco y del Cerro de la
Bufa; y en parte del estado de Jalisco, en Mezquitic.
El
zacateco era un pueblo guerrero, valientes y denodados, y célebres flecheros.
Las primeras referencias que se encuentran en las crónicas de la época de la
conquista hablan de que andaban desnudos, que solamente llevaban “medias calzas
de perro”, de la rodilla al tobillo, para protegerse de la vegetación. Esta
característica de desnudez estaba generalizada entre todas las tribus
chichimecas, aunque algunos de los grupos se cubrían con pieles.
La cultura zacateca se considera extinta, aunque tienen
muchos descendientes directos, que viven en grandes concentraciones en los
estados de Zacatecas y Durango, y debido a la emigración en grandes ciudades
norteamericanas como Los Ángeles, Dallas y Chicago. Sus tradiciones se han ido
perdiendo por distintas razones, por el mestizaje y la asimilación de otras
costumbres mexicanas principalmente.
La palabra Zacatecas es un vocablo náhuatl, que
significa “habitante de la tierra donde abunda el zacate”. Deriva del
vocablo zacatl, que quiere decir “hierba, junco, grama” y del
locativo co. El resultado da origen al término Zacatécatl que traducido quiere
decir “habitante de zacatlan”. La desaparición de su lenguaje tampoco
favorece una identificación exhaustiva, aunque se cree que su idioma perteneció
a la familia lingüística uto-azteca.
Los
zacatecos eran principalmente nómadas y carecían de modo de vida agrícola, al
contrario que otros grupos como los tecuexes, pames, guamares y caxcanes, de lo
que no se tiene conocimiento es de cómo llegó hasta ellos, aunque bien pudiera
deberse a la influencia de sus vecinos los otomíes y los tarascos. Eran
cazadores y recolectores de frutos silvestres, se alimentaban de tunas,
semillas, raíces, dátiles y mezquite, con el que elaboraban una especie de pan
que conservaban para épocas de escasez; también de la caza de conejos y de
ranas y peces. El trueque con otros grupos, especialmente con los que
practicaban la agricultura, les permitía otro tipos de alimentos, y el
intercambio de utensilios domésticos, artesanías, alfarerías y otros productos.
Respecto a sus costumbres religiosas, según Powell, rendían
culto a cuerpos celestiales como el sol y la luna, y cierta adoración por
algunos animales. También, referente a sus dioses, los cronistas de la
época opinaban de esta manera: “creen como descreen y no adoran ni aún han
adorado a Dios conocido, sino hoy una piedra que hayan o hacen, y mañana otra
diferente figura y ordinariamente de animales, sin permanecer en ninguna”.
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